Para cuando esa hora llegue - el final del día - te escaparás de los espejos, a regalarme una caricia mientras me diluyo. Vuelve de tu exilio, amor - susurro - que tras convertirme en un vampiro inverso, con el brote de la luna, arderé en llamas. Fuego en un tono amarillento. Vuelve o seguiré quebrando las palabras.
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