miércoles, 16 de septiembre de 2009

LA PRINCESA Y EL SAPO


ÉL ME ESCRIBE:

Como un sapo al que su princesa, en vez de besar, como era su obligación, hubiese pataleado y arrojado a las profundidades con desprecio o tal vez amor disfrazado.

Aquí...en un abismo oscuro donde ni el mismísimo Dios quiere entrar, como excepción.

Y, a mi lado, una corona aunque dorada, polvorienta, me recuerda lo que pudo ser y no fue o "fué"? o lo que pude ser y no fuí o tal vez lo que pudimos ser y no fuimos . O en realidad lo que nunca pudimos ser.

No hay luz allá arriba, aunque sé que ella existe, ni sé la distancia que debo trepar, ignoro cómo hacerlo ni cuándo debo comenzar.A veces hasta dudo si debo hacerlo , o para qué.

Y lo más vertiginoso, no sé si tiene días ya mi vida para llegar.

A veces me pregunto porqué no baja mi Princesa y me besa.

Pero algo me dice que las Princesas no bajan a los abismos a buscar a un sapo ni siquiera en los cuentos

Y a veces una duda cierta o una certeza dudosa me dice que tal vez este sea mi habitat.

..así estoy yo (sin tí)

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