Pasaban los días - con sus respectivos soles - y no tenía tu punto de vista sobre nuestra última canción. Así enloquecía, pero contestaste y hablaste de como movía con mis acciones tu mundo. Breves palabras que erizaron mi piel.
Tú, amor, siempre tú, soles nocturnos bronceando mi espalda, los hay...??, o es la luna....?, no lo sé. Por qué tiemblo...??, quiero un vaso de agua helada, quiero ser testigo de tus horas de sueño,
Tú, amor, siempre tú, soles nocturnos bronceando mi espalda, los hay...??, o es la luna....?, no lo sé. Por qué tiemblo...??, quiero un vaso de agua helada, quiero ser testigo de tus horas de sueño,
No hay comentarios:
Publicar un comentario